Aunque la única autobiografía creíble es la póstuma, diré que me crié en un pueblito costero de la provincia de Cádiz, que luego me dediqué a cambiar de país y de ciudad y de oficio y a cantar encima de un escenario siempre que pude, que ahora vivo en Madrid y soy traductora, correctora, editora, escritora, lectora y muchas otras cosas que terminan en -ora que no contaré aquí y que espero ver antes de morirme un mundo en el que las mujeres nos hagamos caso a nosotras mismas.